martes, 28 de febrero de 2012

EN EL SALÓN DE CASA

¿Buscabas un café "casi" sin salir de casa?
Te traemos una de las mejores opciones, para café, caña o copaLA PACA es el lugar que estás buscando. 

Un collage de muebles de todos los estilos, los sofás mulliditos de casa de tus abuelos, jaulas de pájaros vacías, lámparas del siglo XV... Una luz tenue adereza este local con buena música y ambiente relajado, dónde encontrarás desde desayunos económicos con exquisitas tartas hasta esmerados cocktails de madrugada. 





¿Lo mejor? En pleno Centro de Madrid, barato y con estilo. Camareros amabilísimos que no parece que te hacen un favor cuando entras, como en otros locales de la zona, junto con apetecibles promociones e incluso invitaciones gratis. ¡No dudéis en probar su tarta de zanahoria o sus jugosos pinchos de tortilla!


¿Lo peor? Es pequeñito, asi que después de las 9 de la noche es un lujo sentarse. Sólo se puede pagar en CASH y no hay un cajero cerca. 

¿Dónde? Calle Valverde 36. Entre Malasaña y San Bernardo. Metro: Tribunal.


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Gracias a Elena y Alejandra por enseñarnos este encantador local.

 ¡Esperemos que os guste tanto como a nosotras!

 ¡Vuestros comentarios y sugerencias serán bien recibidos!


lunes, 27 de febrero de 2012

¿HOY? HUEVOS ROTOS

¡Hola a todos de nuevo!

La primavera está a la vuelta de la esquina, y ya se va notando. El solecito, la escasez de abrigos y bufandas, y las terracitas de las ciudades, que ya empiezan a tener vida.

Y... ¿qué mejor plan para estos días que un paseo por el centro de la capital?

No es desconocido para alguno lo divertido y cosmopolita que es el barrio de la Latina. Lleno de guiris buscando las famosas tapas españolas y una buena copa de vino tinto, de locales de lo más variopinto, relaciones públicas en las puertas de los bares invitándonos a pasar y tomar algo, captando clientes de un modo simpático y alegre.

Sin duda alguna, es la Cava Baja la calle más transitada y famosa de esta zona de Madrid. Una vía con años de historia y tradición, que nunca pasa de moda y no deja indiferente a nadie que la atraviese.

Muchas veces será mencionada esta calle en nuestro Blog ya que es, sin duda, parte de nuestra lista de imprescindibles en la ciudad. Aún así, en esta entrada nos vamos a centrar en una de las paralelas y también histórica calle del barrio de la Latina: el Almendro.


En el número trece nos encontramos con una taberna typical spanish, pero ajena a los turistas y sus cámaras de fotos. A pesar de ello, las colas son inevitables a cualquier hora punta. 

Os estamos hablando de la TABERNA "ALMENDRO 13", un local repleto de madrileños jóvenes, adultos y de avanzada edad. Nada más entrar, es fundamental hacerse con una de las mesas hechas con barriles y, después, ir a pedir la bebida y pagarla al momento, junto a la que os entregarán un platito de aceitunas. Os sorprenderá comprobar que no sirven refrescos, tan solo cerveza, vino, cañas, mosto y agua. A continuación, tendréis que ir a pedir la comida en otra ventana diferente a la de la bebida.


Y... ¿qué hay que pedir? 
Sin lugar a dudas, las ROSCAS y los HUEVOS ROTOS.

De jamón ibérico, lomo, morcilla, chistorra, sobrasada... Veréis un estante lleno de sus famosas roscas, servidas calentitas, con el pan crujiente y un chorrito de aceite de oliva. ¡RIQUÍSIMAS!


Eso sí, lo fundamental es pedir sus HUEVOS ROTOS CON JAMÓN. Exquisitos, insuperables. Los mejores que os podemos recomendar (por el momento). Con una ración comen dos personas de sobra. Os daréis cuenta de que no faltan en ninguna de las mesas y la gente los pide en la ventanilla sin parar. Son ellos los que han hecho famosa esta taberna, ¡y no nos ha extrañado nada!




Nombre del local: "EL ALMENDRO 13"
Lugar: Calle del Almendro, 13. Barrio de la Latina, Madrid.
Precio: Roscas 8 € / Plato de huevos rotos 10 € - ambas tapas son para dos personas
Metro: La Latina
¿Cuándo ir?: Un domingo, a la 1 de la tarde, después de dar una vuelta por el Rastro



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Esperamos vuestros comentarios justo aquí debajo...
Y recordar que podéis mandar vuestras sugerencias a: puertadembarque@hotmail.com (con una "e")


domingo, 19 de febrero de 2012

MERCADO DE SAN ANTÓN

Hoy os vamos a hablar del nuevo mercado que ha abierto sus puertas en la capital.


En pleno corazón del barrio de CHUECA se encuentra el edifico de ladrillo que alberga fantásticos puestos que ofrecen los mejores productos del mercado.

Moderno, divertido, exquisito y cosmopolita. Tras cinco años de reformas, renace el MERCADO DE SAN ANTÓN, ubicado en la calle Augusto Figueroa 24, cuya directora de comunicación, Marta Ortega, define como "un mercado de toda la vida, pero con un estilo nuevo para satisfacer las demandas actuales".




El local se divide en TRES PLANTAS, a los que se suma un parking subterráneo y un Hipercor en la planta inferior.


PRIMERA PLANTA:
Aquí encontraréis los tradicionales puestos de mercado. Locales de fruta y verdura, una pescadería, carnicería, un local de aves y huevos, bacalao, una panadería, un puesto de selectos embutidos, setas, y muchos más. Entre ellos, destacaremos el puesto HAMBURGUESA NOSTRA, especializado en la venta de hamburguesas de vacuno. Tienen más de treinta tipos: con foie, parmesano, jamón ibérico, curry, queso roquefort... ¡y muchas MÁS! Os dejamos su dirección web: www.hamburguesanostra.com





En esta planta está también "La Alacena de Víctor Montes", una barra repleta de pinchos y platos de lo más apetecibles, junto a la que se sitúan tres grandes mesas de madera, rodeadas de banquetas altas, cuyo fondo es una cristalera llena de botellas, para picar algo acompañados de una copa de nuestro vino favorito. Eso sí, si hay algo que hace destacar a este rincón del mercado son sus CROQUETAS, de las que dicen son las mejores del mundo. De queso idiazabal, chorizo, chipirones, gambas, roquefort, setas... ¡hay que probarlas TODAS! 



Sus famosas croquetas. La de masa negra es, por supuesto, la de chipirones.



SEGUNDA PLANTA:
Subiendo por las escaleras mecánicas apareceréis en la siguiente planta, en la que se encuentran los puestos de degustación, los cuales ofrecen productos cocinados de lo más diverso, distribuidos en diferentes locales según el tipo de elaboración. Los hay de comida japonesa, bacalao, marisco, comida italiana, productos elaborados con foie, y muchos más, todos ellos situados en fila, junto a una larga barra con más banquetas altas para sentarse y llevarse a la boca el plato que hayamos elegido entre la amplísima oferta que encontraremos.









TERCERA PLANTA:
La última y más alta planta del mercado alberga la zona con mayor ENCANTO. La componen tres espacios diferenciados.

El restaurante La cocina de San Antón, que se subdivide en dos zonas: una parte acristalada, en la que encontraréis largas mesas donde compartiréis sitio con ajenos comensales (tranquilos todos, también hay mesas privadas), y una terraza cubierta con toldos, pero al aire libre. La carta es más que apetitosa, pero más que cara. Por ello, os recomendamos el menú del día, que por 12'50€ nos permite disfrutar de un rincón en este exclusivo espacio.

Lo mejor para el final...
La TERRAZA-LOUNGE...
Un espacio chill-out al aire libre, con unas impresionantes vistas sobre el barrio madrileño que, tanto de día como de noche, se llena de la clientela más selecta para tomar un cocktail, una copa de vino, unas cañas y alguna copa que otra.










Un plan imprescindible para ir con amigos o con tu pareja...

Os dejamos una foto en la que podéis ver, claramente, la distribución del mercado en tres plantas. Abajo la zona de mercado. En la planta intermedia los puestos de degustación y, por útimo, la zona del restaurante y la terraza-lounge exterior:



¿Queréis saber más?...


Y, como siempre, ¡esperamos vuestros comentarios justo aquí debajo!



jueves, 16 de febrero de 2012

PARIS, JE T'AIME (lo nuestro)


Tranquilos, tras el tostón típico de la entrada de ayer, hablando de lo que ya muchos conocéis, hoy vamos con algo mucho más interesante.

Os contaremos lo que no todos conocen, lo que (en nuestra opinión) hace París más especial aún, lo que hicimos durante esos cinco días, a parte de ver todos los monumentos emblemáticos de la ciudad.

Al final de la entrada encontraréis un breve esquema de otras cosas de interés.




LO NUESTRO:

Comenzaremos con una vista general de la ciudad, pero esta vez de la forma más peculiar que puede haber: desde un globo de helio. Está situado en el Parc André Citroën, y subirse os costará 10€.


Para disfrutar de la famosa Torre Eiffel no hagáis lo que hacen todos, que es subir a lo alto de la torre después de pasar horas y horas en la fila, a no ser que queráis cenar en el restaurante Le Jules Verne, un centro gastronómico situado en el segundo piso de la torre, para lo cual necesitaréis ser bastante ricos, y no es el caso. Os recomendamos disfrutar de un picnic con las magníficas vistas de la Tour desde la hierba del Parc du Champ de Mars. Para ello, tenéis que ir a comprar un pan francés tradicional a la Poilâne (Boulevard de Grenelle, 49) y elegir un relleno fresco en el mercado de la Rue Cler (una de nuestras calles favoritas de París).




La otra vista fundamental que no os podéis perder de la Torre Eiffel es por la noche, pero desde la explanada de la Place du Trocadéro, desde donde se ve la enorme fuente y, de fondo, la torre iluminada. Para que os sorprenda aún más, si cabe, tendréis que estar atentos, porque los primeros diez minutos de cada hora, tras el atardecer, miles de lucecitas intermitentes iluminan la torre como si fueran cientos de miles de estrellas.




Fundamental es, para los enamorados, visitar el Pont des Arts, que conecta la orilla sur del Sena con la entrada trasera del Louvre. Y decimos que es fundamental porque, en este puente, es donde se ha hecho la copia parisina del Puente Milvio romano, donde todas las parejas ponen un candado y tiran la llave al río, moda que impuso una novela del escritor italiano Federico Moccia. Por cierto, en este puente está permitido el botellón, así que el broche perfecto a una tarde en la ciudad lo ponen una botella y dos copas de vino viendo atardecer junto a los candados.



Una de las iglesias que aparecen en la película "El Código Da Vinci", que no suele mencionarse en las guías de la ciudad, y no es famosa en absoluto, pero a nosotras nos encantó - tanto la zona donde está (cerca del Boulevard de St-Germain, una calle divertidísima y llena de tiendas), como la plaza de delante (con una fuente maravillosa) -, es la Église St-Sulpice.



Hay una plaza que no todo el mundo encuentra, donde está la famosa escultura de una cabeza en el suelo. Se trata de la plaza de René-Cassin, en la que encontraréis la Église Saint Eustache. Está en una perpendicular a la Rue du Louvre, tres calles antes de llegar al museo si vais de norte a sur.



Desde esta animada plaza tenéis que bajar hacia el Sena y apareceréis en la Île de la Cité, la más grande las islas francesas. Para ello, bajar por la Rue du Pont Neuf, donde os encontraréis un mural en el suelo de París visto desde las alturas. Esta calle os llevará hasta el Pont Neuf, para ver un precioso atardecer en los bancos que hay para sentarse.



Como ya sabéis, en la ciudad hay dos islas y, a pesar de que Notre-Dame está en la Île de la Cité, la más bonita es la otra: Île St-Louis, donde encontraréis el mejor helado de París, en la Rue St-Louis en I'Île 31, en la Maison Berthillon. En cambio, si lo que queréis es sentaros en el césped y ver los barcos pasar por el Sena y un precioso atardecer, lo que os recomendamos es la Square du Vert Galant, debajo del Pont Neuf, en la Île de la Cité, donde sentiréis estar en mitad del río.



Para una tarde tranquila, en un parque romántico y acogedor, os recomendamos el Parc de Monceau o la escondida Place des Vosges, desde la que merece la pena acercarse a la Place de la Bastille, ya que se encuentran prácticamente al lado. Aún así, el más impresionante de los verdes de París en el del Parc des Buttes Chaumont, al que merece la pena ir si tenéis tiempo, a pesar de estar un poco alejado (metro: Buttes Chaumont).



Para los apasionados de los mercados, el mejor que encontraréis en París es el Marché Bastille (jueves y domingos), que se encuentra en el Boulevard Richard Lenoir, entre las bocas de metro  de Bastille y Richard Lenoir. En cuanto a mercadillos, el más conocido es el Marché aux puces, el más grande de Europa, que tiene hasta página web (www.les-puces.com, aquí encontraréis las calles que abarca). El mejor día para ir a este último es el domingo y, para comer después de las compras, tenéis Chez Louisette al lado. 


Pero, de todas las maravillosas calles que hay en París, nuestra favorita es la Rue Montorgueil, a la que Monet dedicó uno de sus cuadros, que después pasa a llamarse Rue Petite Carreaux, una calle estrecha, peatonal, llena de divertidas terrazas y gente de lo más pintoresca. Muy recomendada para los jóvenes, tanto de día como de noche, así como todas las callejuelas perpendiculares a ella.



Como en todas las ciudades, una de las zonas más divertidas y animadas a cualquiera hora es la zona gay. Y París no podía ser menos. Calles llenas de tiendas alternativas y retro, restaurantes ideales y miles de locales donde entrar a tomarte una copa. Hay que entrar desde el Centro Pompidou por la Rue Ste-Croix de la Bretonnerie y... ¡A divertirse!


Un domingo en París sería menos domingo si no estuviera el Canal St-Martin, el centro de la vida bohemia burguesa, protagonista de la escena en la que Amélie tiraba piedras al agua. Las tiendas están abiertas y las calles cerrazas al tráfico, lo que le da un aire de fiesta callejera.



Muy pintorescos y conocidos son los cementerios en la capital francesa. Sí, como lo oís, son un lugar obligado para muchas guías de viaje, aunque parezca mentira. Los dos más conocidos son el Cimetière du Père Lachaise y el Cimetière de Montmartre, debido al gran número de celebridades que allí se encuentran: Chopin, Molière, Apollinaire, Balzac, Wilde, Édith Piaf y Jim Morrison, entre otros.


Sigamos con el Montmartre, el barrio más auténtico y bohemio de la ciudad. Sin lugar a dudas, diremos que lo que más nos gustó de esta zona fue la escondida y pequeña Place du Tertre, rodeada de terrazas donde las mesas y las sillas se apelotonan y se mezclan turistas y locales. En el centro de la plaza, decenas de pintores, retratistas y artistas, exponen sus obras callejeras. Una plaza llena de buen gusto y color, un ambiente parisino al cien por cien que os enamorará. Como ya sabéis, en este barrio se encuentra el famoso Moulin Rouge, en una calle llena de sex-shops y donde veréis también el singular Musée de l'érotisme. Se trata del Boulevard de Clichy. Como curiosidad, os contaremos que en el Montmartre se encuentra la panadería que ha ganado el premio a la mejor baguette, se llama Arnaud Delmontel y está en la Rue des Martyrs 39.





y ahora:
LAS/LOS MEJORES...


LUGARES PARA DECLARARSE:
  • La escalinata del Sacré-Coeur al amanecer
  • El Pont Neuf al atardecer
  • El Jardin des Tuileries al caer la tarde
  • El Louvre de noche
EDIFICIOS CON MEJORES VISTAS:
  • Torre Eiffel
  • Arco del Triunfo
  • Grande Arche
  • Centre Pompidou
  • Sacré-Coeur
  • Notre-Dame
RESTAURANTES CON MEJORES VISTAS:
  • Les Ombres
  • La Tour d'Argent
  • Georges
  • Café des Hauteurs
MUESTRAS IMPRESIONISTAS:
  • Musée de l'Orangerie
  • Musée d'Orsay
COLECCIONES MODERNAS Y CONTEMPORÁNEAS:
  • Musée Picasso
  • Musée National d'Art Moderne
  • Dalí Espace Montmartre
LIBRERIAS:
  • Shakespeare & Co
  • Abbey Bookshop
CAFÉS LITERARIOS CON HISTORIA:
  • Les Deux Magots
  • Café de Flore
  • La Closerie des Lilas
  • Brasserie Lipp


martes, 14 de febrero de 2012

PARIS, JE T'AIME (lo típico)

Oh la la, la ville des amoureux, la Seine, les Champs-Elysées et Notre-Dame. La ville où vous perdez la notion du temps et où tous les lieux se convertissent en magie.

Bromeamos, ojalá supiéramos tanto francés como para escribir la entrada entera así, pero no es el caso.

Cinco días en la capital francesa nos bastaron para recordar la maravilla que guarda dentro de sí. Y eso es, nada menos, lo que os vamos a contar aquí, aunque no desde un punto típico y convencional, sino desde nuestra experiencia personal.

Cada rincón de París tiene vida propia y magia singular.
Como decía Enrique III de Navarra y IV de Francia: 


"París bien vale una misa"

Vamos a dividir la visión de la ciudad en dos entradas distintas: hoy vais a leer "lo típico", donde hablaremos de lo que hay que ver sí o sí cuando uno viaja a París, aunque de una forma amena y con lo esencial, y mañana "lo nuestro", donde os hablaremos de otras experiencias en la ciudad, no tan típicas, pero incluso más emocionantes, que fuimos descubriendo.


LO TÍPICO:

Ninguna avenida es tan conocida en la ciudad como la Avenue des Champs-Elysées, con 1.880 (sufridos) metros de longitud. Es obligatorio el paseo desde la Place Charles de Gaulle, más conocida por ser la plaza donde se encuentra el Arco del Triunfo (al que recomendamos subir, las vistas son increíbles), hasta la grandiosa Place de la Concorde (en el sentido que os estamos indicando, porque así es "cuesta abajo" y se hace más llevadero). Os encontraréis, durante el recorrido, con el Triangle D'Or, la zona donde están las tiendas de lujo, entre las que destaca el edificio entero de Louis Vuitton. Así mismo, os llamará la atención ver una larga fila de gente a la altura del número 23 de la avenida. No os asustéis, se trata de la tienda parisina de la firma Abercrombie. Eso sí, si os hacéis con una de las bicicletas que se alquilan por toda la capital para hacer este recorrido, mejor.




Tras una enorme puerta de hierro verde, en uno de los lados de la Place de la Concorde (el obelisco de granito que hay en la plaza es un reloj solar, si os fijáis detenidamente en el suelo de la plaza veréis los números romanos en dorado señalando la hora), se encuentra el Jardin del Tuileries, donde es necesario sentarse en una de las sillas verdes metálicas alrededor de la fuente, junto a los parisinos que charlan en pareja y leen libros en solitario, mirando hacia el Arc de Triomphe du Carrousel, tras el que se aprecia la gran Pirámide de Pei, por la que se accede al Museo del Louvre. Es imprescindible visitar la plaza del Museo por la noche, ya que está toda la fachada iluminada, así como las pirámides, y es una verdadera maravilla.




De la Avenida de los Campos Elíseos, hacia el sur, sale la Avenue Winston Churchill, con el Grand Palais y el Petit Palais a cada lado, y llega hasta el Puente Alexandre III, el más famoso de París y, sin lugar a dudas, nuestro favorito en cuanto a majestuosidad. Al cruzar el puente, llegamos a la Esplanade des Invalides, donde se aprecia, a lo lejos, la fachada del Palacio Nacional de los Inválidos y su fascinante cúpula dorada. Bordeando la Iglesia por la izquierda (por el Boulevard del Invalides), llegamos al Musée Rodin, en cuyos jardines está la famosa escultura de El Pensador (no hace falta pagar la entrada al museo para verla, basta con pagar 1€ para entrar al jardín directamente).





Al oeste de Invalides encontramos el Parc du Champ de Mars. Dicho así no os sonará de nada, pero si os decimos que es el parque sobre el que está la Tour Eiffel seguro que ya os hacéis a la idea. El edificio que se aprecia en un extremo es la Ecole Militaire.




Al norte de la plaza del Museo del Louvre encontramos la Avenue de l'Opéra, repleta de los clásicos cafe parisienne en las aceras. Un agradable paseo hasta llegar a la increíble Place, donde el Palais Garnier alberga la grandiosa Ópera. Hay que entrar a verla.




Mirando hacia la Ópera, cogeremos la calle de la izquierda, el Boulevard des Capucines, que después se convierte en el Boulevard de la Madeleine y llega a la Eglise de esta misma santa, cuya escalera de acceso está llena de flores durante todo el año, y ofrece una increíble vista sobre la Rue Royale con el obelisco de granito rosa de la Place de la Concorde al fondo.






En cambio, si desde la Ópera optamos por coger la Rue de la Paix, apareceremos en la lujosa Place Vendôme, donde se encuentra el hotel Ritz, de donde salía Diana de Gales (Lady Di) cuando tuvo el accidente de coche que la mató.




Merece la pena subir a la Cathédrale de Notre Dame, situada en la Île de la Cité, para una vista espectacular del atardecer en las orillas del Sena. También podéis buscar el punto kilométrico 0, desde el que se miden todas las distancias en París, situado en la plaza de la catedral. Desde aquí, cruzar por el Pont d'Arcole a la orilla norte del Sena, y apareceréis en una enorme plaza. Se trata de la Place de l'Hôtel de Ville, y el precioso edificio que tendréis delante es el Ayuntamiento de París. Seguro que todos conocéis la foto que os pongo a continuación, pues que sepáis que fue tomada en esta misma plaza, en el año 1950.



En medio del ambiente clásico que caracteriza a la capital francesa, nos encontramos con el Centro Pompidou, lo que algunos consideran una brecha en el corazón de París, aunque no estamos de acuerdo (en absoluto) con ello, ya que nos pareció un edificio más que curioso, igual que la fuente que encontraréis al lado, en la Place Igor Stravinsky (probablemente la fuente más rara que hemos visto jamás).





En el norte y alto de la ciudad está la Basilique du Sacré Coeur. Es mejor ir al atardecer, porque tiene (sin lugar a dudas) las mejores vistas que hay de toda la ciudad, una panorámica espectacular y escenario de miles de besos a última hora de la tarde. La Basílica está situada en el tradicional y peculiar barrio de Montmartre, el favorito de muchos amantes de la ciudad, una zona de lo más pintoresca donde daréis con el Moulin Rouge




Merece la pena dar un paseo hasta el Panthéon, pero es mejor hacerlo desde el Jardin du Luxembourg, un parque que recuerda al Retiro madrileño, donde es necesario sentarse alrededor de la enorme fuente, frente al Palais de Luxembourg.






Hasta aquí llegamos por hoy,


¡Mañana tendréis una nueva entrada hablando de la otra vertiente, que seguro que os gustará más: "lo nuestro"!